Desde su llegada los videojuegos han sido muy populares entre las masas, sobre todo con los adolescentes. Su uso bien aplicado puede traer beneficios en algunos casos, pero hay ocasiones en las que jugarlos sin frenos puede resultar en un tipo de adicción, algo que preocupa a la Organización Mundial de la Salud.
En 2019 la OMS publicó un archivo en el cual se catalogaba el abuso de los videojuegos como un tipo de trastorno, conductas en su mayoría de los hombres y sobre todo, dentro de los adolescentes. De acuerdo con Vladimir Poznyak, un experto de la OMS, la adicción a los videojuegos se sitúa entre el 1 y 10% en los países occidentales.
Según la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), uno de los países que tienen la cifra más alta de horas destinadas al uso de estos juegos es Reino Unido, ya que se destina 11.6 horas por semana. A esto le sigue Francia con 8.6 por semana y Alemania, con 8.3.
Uno de los principales síntomas de que el uso de los videojuegos está dejando de ser algo meramente recreativo para convertirse en una adicción puede ser que el adolescente o la persona en cuestión empiece a dejar de lado sus actividades recreativas con amigos, familiares y similares. El no medir su tiempo frente a la pantalla, lo que resulta en perder la noción del tiempo y la perdida de sueño, lo que termina afectando la salud física y mental.
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Por fortuna, esto tiene un método de prevención, y ese el establecer horarios en los que el adolescente u adulto pueda jugar en su día a día pero sin que esto interfiera en sus demás actividades escolares, laborales y sociales. También, otro consejo es cambiar los videojuegos por actividades el aire libre, esto con la finalidad de que el usuario pueda estirarse y respirar aire fresco.
¿Tú cuantas horas al día juegas videojuegos?